"Abro los ojos. Siento que está llamándome, y a duras
penas consigo salir del auto. Los vidrios se entierran en mi brazo a medida que
me arrastro por el barro. Podría decirse que es de día, pero el resplandeciente
sol que me rodea no es más que una ilusión. La parte trasera del coche arde en
llamas, y los lengüetazos pirómanos ya han contagiado a los árboles cercanos.
Es un bosque, de eso no caben dudas. Y demasiado
espeso, por cierto. Aunque llama la atención el hecho de que el follaje sea
escaso, o directamente nulo. Hasta donde me permite ver la luz del fuego,
abundan solo troncos y ramas. Las hojas brillan… por su ausencia.
De pronto la
recuerdo. Camila. Estaba gritando mi nombre. Una sensación de ahogo me asalta.
Porque Camila está muerta. Yo la maté..."
"Un Dios Maligno" nos presenta a Mario y Camila, el asesino y la víctima, reunidos en el limbo: un presente infernal, un bosque. El turbio pasado de ambos -o deberíamos llamarlo "vida"- nos es arrojado a duras penas en las entrecortadas confesiones de Pablo, un viejo amigo de la pareja, personaje tan ausente como presente. Lo que parece ser una historia personal, se convierte en una visión aterradora de la actual condición humana: el sometimiento.
Próximamente se subirán a esta página las novedades correspondientes a la finalización, edición y publicación de la novela.
El Autor